jueves, 25 de septiembre de 2014

Capítulo I

CONFIANZA

La expectación al confiar en Jesús no sólo es en base a nuestras intenciones más bien Dios transforma nuestros corazones y nos hace incidentes al Reinado de Dios. No es difícil comprender ésto, muchas veces habrás abandonado la fe y te encontraste sumido al pecado otras tantas veces, por necesidad, volviste y tu camino fue enderezado. ¿Qué fuerza hace ésto?. El hombre anhela la perfección y Jesús es el ser perfecto, al entrar en comunión con Él sus intenciones se vuelven cristianas. Por la fe, la esperanza y el amor se reúne el hombre a la Cruz y si bien la fe y la esperanza pueden perderse, si el hombre pierde el amor Dios sale en búsqueda de su encuentro.
La "fe es la consistencia de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve" Hebreos 11 - 1, ¿por qué Dios pondría la posibilidad que lo pongamos a prueba?, la prueba no es para Dios, la prueba es para el hombre y ver si su fe es más grande que sus deseos. Pero, quizás con ésto llego a contradecirme ¿creer en Dios y no es uno mismo? ¡es justamente porque creemos en Dios que creemos en uno mismo! dado que el Alma humana es parte consciencia de Dios al hacer regresar al Ente Primero sus enfrentamientos demuestra que tiene fe en sí misma. Y, por el contrario, al separarnos de Dios y querer resolver los problemas a nuestro modo creamos discriminación, dualidad y separación y terminamos enredándonos con nuestros pensamientos, los pensamientos nos llevan y olvidamos que no hay nada más valioso que el Alma. En cambio si regresamos a Jesús mediante la oración se produce lo verdaderamente bello, bueno y sublime en nosotros pues percibimos la valoración única y propia... la del Alma en Dios y Dios en el Alma por intermedio de Jesús que nos reúne al Padre en la Cruz y con la Resurrección transluce un nuevo comienzo lleno de valor humano.
"Por la fe también Sara, aún pasada la edad, recibió vigor para concebir, pues pensó que era fiel el que lo prometía" Hebreos 11 - 11. Ésta fe que Sara nos revela en el libro de Hebreos es la necesaria en los momentos esos que escribo en el párrafo anterior de duda y pensamientos, fíjese que el La Biblia dice "pensó que era fiel" entonces ¿cuántas veces estamos frente al cartel de dirección de la ruta observando los caminos? también son pocas, ¡casi nunca las veces que conversamos con Jesús!... si tan sólo la luz del cielo calase una pequeña abertura con su esplendor al interior de nuestro corazón nuestra vida se transformaría según nuestra fe y accederíamos a un interior en el cuál se valora no sólo lo logrado sino su Esencia y quién lo logró, nosotros mismos por medio de Dios. Porque no es la forma por lo que sirve la taza sino por su espacio vacío. Estaríamos en un estado de gracia constante aún a pesar de no haber logrado nada porque al haber confiando en Jesús seremos como Moisés en Egipto. Éste vacío que poseemos es una nada viva por la espera al haber "pensado en Dios". Y la gracia será la de haber confiando. 
"por que Dios nos reservaba un plan mejor, que aquellos no cumplieran su destino sin nosotros" Hebreos 11 - 40; éstas últimas palabras del Capítulo 11 de Hebreos se refieren a los mártires de ayer, hoy y siempre que esperan la Salvación que se produce cada vez que uno de nosotros asume su Consciencia Crística. Ahí es cuando se produce la Gran Revelación y llega Dios al hombre. Y sin embargo seguimos estando en el último lugar ¿para quién? ¡para el mundo! porque muere nuestro yo y con ello transmitimos Nueva Vida en Dios interiormente. 
Por ello la verdadera valoración humana está en esperar confiando en el Mesías para transformarnos por dentro y, así, asumir Espiritualidad. Porque el hambre y la sed de existencia no es quitada por comida y bebida sino por el Cuerpo y la Sangre de Jesús. 
Llevar la propia Cruz en el diario sacrificio es vivir por y para el otro en razón de entrega santa y siempre observando a Jesús. 
Confiar es lo único que nos queda porque viviendo para Jesús es rezarle y orar mientras Él nos transforma con su guía y podemos sentirlo y ser plenos. Cuando Jesús está en nosotros lo sentimos en nuestros actos porque Él nos valora tanto que nos da la felicidad de sabernos perdonados y libres del pecado, nos valora tanto que nos lleva a hacer buenas obras, Él nos familiariza en el conflicto dándonos paciencia y humildad que por lo tanto se transforma en el consuelo del Espíritu que por la fe transforma nuestra persona, Jesús nos valora al punto que sana nuestras dolencias y nos accede a lo más importante del Reino que no es más que el amor y la gratitud al Cielo y toda su Creación... y todo ésto es la inmensa paga por sólo estar un minuto hablando con Dios.
Romanos 8 - 24 "Con esa esperanza nos ha salvado, una esperanza que ya se ve, no es esperanza; pues, si ya lo veo uno ¿a que esperarlo?" - en éste versículo Bíblico al pueblo Romano del Apóstol San Pablo nos es enseñado que la esperanza no es aquello que está de hecho en nuestras vidas pues generalmente lo hacemos carecer de substancia. es como creer que la torta del cumpleaños de ayer que está en la heladera nos dará el mejor de los días y a la vez no tener para el pan de mañana. 
Por eso es que el hombre existe aún, porque tiene en sí el sentido de supervivencia y si no fuera así ya sea por su dejadez o porque lo tuviera todo entonces, o se entregaría a la concupiscencia o al ascetismo y ambos conducen a la extinción de la vida tanto personal como social. Pero Dios es sabio y compasivo y es por eso que pone a prueba al hombre y por ello podemos llamarlo como Jesús: Aba - Papá.
Por eso, en fin de cuentas se trata de oración a Jesús que humaniza y llena de Dios, de valores y de virtudes que nos hacen más hombres. Es una auto realización que no sólo se produce en la Espiritualidad de cada uno sino también que tiene que ser meditada e interiorizada. Pero esa meditación ha de tener las dos partes, forma y Esencia o como dije antes la taza y su vacío, entonces podremos beber el té... "La realización de todas nuestras capacidades llega cuando unimos todas nuestras capacidades en una sola teoría practica que tiene como suelo la fe en Jesús y por lo que accedemos a valorarlas a las mismas"

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