sábado, 27 de septiembre de 2014

Capítulo I

PALABRAS DE ORACIÓN

Dijimos que íbamos a tratar con las palabras fundamentales de una oración de manera que una y todas ellas estén puestas en el amor propio. Pues ésto puede ser egoísta lo sé, buscaremos la palabra de Dios en ella, es decir poner a Jesús como fuente de amor hacia nosotros... ésto significa un pensamiento oriental quizás, dado el valor que se le da a la palabra más así como un Salmista, pero también lleva insigne el problema fundamental de la sociedad actual que está originado en el placer y el deseo que produce la separación de la propia entidad, el propio yo original que una vez descubierto no se sabe si somos nosotros los que amamos a Dios porque se confunde en el amor de Dios dentro nuestro a nuestros también por así decirlo.
La originalidad significa palabras de hecho, y como es el Origen de nuestro Ser lo que descubrimos al rezar, las palabras a veces brotan solas y sin impedimentos, pero para llegar más rápido buscaremos palabras de principio y entidad que como la gran mayoría de ellas producen efecto de apertura espiritual.
Hay que dejar explícito también que la palabra es la apertura de la mente por imagen y más aún como sonido o fonema a reinos distintos y que son fuente de gracias cuando las palabras poseen el valor correcto.
Por eso mismo empecemos nuestras oraciones con la palabra "Entra" ¿por qué entra? Jesús en todos los pasajes bíblicos se encuentra yendo y viniendo de un lugar al otro de la Galilea... en ese sentido digamos "Entra Dios en nuestra Alma" así abramos paso el Reino de Dios a nuestro cuerpo interior. "Entra Dios en  gestos de cuerpo, palabra y mente" éstas son posibles frases que doy para iniciar una oración. Ya que Jesús fue la anunciación de Dios a María por Gabriel, que significa Poder de Dios recorriendo (Ga- poder, Bri - recorriendo, Él - Dios) y esa fue la tarea de Jesús recorrer aún desde su Reinado actual en el Cielo el mundo por medio de los apóstoles. Por eso "Entra Dios y recorre me con el amor" "Entra Jesús a mi cuerpo y mi sangre y hazme ver como hijo tuyo" "entra Jesús a mi ser y dime que me amas y que soy amor para todos" Por ésto el inicio de la oración es Gabriel, el principio del Nuevo Testamento, no se trata de Cábala sino de la realidad, "Dios ven, hazme tu esposa y portador de tu Hijo para sentirme virgen ante el pecado cuál mi Alma engendrada Es"...
Luego de haber realizado la presencia de Dios en nosotros mediante palabras de engrandecimiento al Amén, es decir un Amén antes de toda oración sino dando el Sí a Dios sin razón porque Dios no conoce de razones sino de fe y amor, la realización de nuestras necesidades no tiene substancia sino en el Sagrado Corazón de Jesús que nos conoce y es una entrega santa a la que no hay que temer, no existe razón para temer al abandono sino entregarse al Padre. "Jesús haz de mí lo que quieras, tuyo soy, te entrego mi Alma dale vida si así quieres" "Jesús me dispersaré lo sé, pero tu voluntad se hará en mí porque te confío el perdón de mis culpas" ésta entrega a la voluntad de Salvación es sobre lo que escribimos en el capítulo anterior... donde Jesús nos encuentra como a rebaño descarriado, y nos enlaza al Reino. "Dios entra, Dios hazme, Dios embebe mis labios y luego haz de mí lo que quieras, toma mis pecados y sálvame de ellos por obra de Jesús Santo desde donde alcanzaré el camino luego de haberme alejado, y como se de mi naturaleza pecadora y humana confío que no llegará más allá mi pecado, antes que Dios que haz entrado a mi casa como Morador Sagrado, se renueve mi Divinidad Espiritual y confiando en Jesús alcance sentirme amado tuyo, esposa tuya y esclavo de corazón".
Como vez, se trata, amigo lector, de un encuentro con el Recorriendo de Jesús por el mundo, es decir desde el momento de la anunciación, el recorrido por el mundo sanando del pecado, su carga con el pecado, su muerte y dispersión del apostolado, su Espíritu anunciando el Evangelio y Dios amando nuevamente al hombre por haber sido solamente creado por obra de Él. Éstos seis (6) momentos son los que vamos a considerar en los próximos capítulos examinando la fe humana que puede de hecho perderse en el deseo y veremos porqué de la perdición de la fe en cada uno de ésto seis puntos, veremos un séptimo punto que significará la Vida en Dios como debe ser en el mundo, es decir ejemplos de fe en los hombres en la vida diaria, y finalmente tomaremos unas oraciones y ejercicios para la vida cotidiana que puedan transformar nuestras vidas. 
¡El principio ya lo tienes! es dejarse querer por Dios haciéndolo parte de tu Alma, se trata de Jesús viviendo nuestra naturaleza humana pero en las oraciones diarias, ¡Jesús se mío! ¡dame la gracia de conocerme Hijo Tuyo Dios mío, único y en comunión de Alma con Jesús! la sagrada creencia en ésto que acabo de escribir es transformadora, sólo prueba amigo, amiga, haz el intento y verás transformarse tu vida, no pidas nada, sólo confía en Jesús y si las puertas no se abren sigue golpeando, porque Dios quiere probar tu fe como a la mujer saducea que rogaba al Señor. En ello está lo hermoso, en ser fiel en lo poco, porque si eres fiel en lo poco significa que valoras todo lo que eres por dentro que es un océano y bebiendo de una gota que te de Dios todos los días es razón, aún no teniendo razones Dios, de que te sientas amado en mayor medida por esa sensación de la que hablo y que supongo la sientes, ser un pez en el océano que le pregunta a la tortuga ¿qué es el agua?, ¡pero que necio somos! ¡teniendo a Dios dentro nuestro no nos sentimos amados y llenos de amor para dar!.
"Entra... Dios, a mi Alma, y hazme comenzar mis días y mis noches en la espera de tu manto..."

Capítulo I

SALVACIÓN

La Salvación es un tema centrar del Cristianismo, está fundada en la valoración que se tiene de Jesús, en éste caso Jesús - Verbo cumple la promesa de amor de Dios con el hombre. Jesús visto como modelo más que como Dios es más válido cuando se trata de aprender, de vivir porque todo aprendizaje es vida. Aprender de Jesús requiere de la fe también y es modelo del cristiano que confía. Dada la realización del hombre con Dios se realiza su vida y esa realización no viene de un conocimiento intelectual como el que estamos llevando a cabo nosotros ahora. Éste conocimiento cuando es sabiduría se transforma en un Amor arraigado al modo de vida humano que está tan dentro de él que su Alma desea más que su propia salvación ser salvadora de otras almas. Es como en la película Titanic podríamos decir donde Di Caprio queda bajo el agua salvando a su amada. Así la salvación es para dos y no para uno. En Jesús es para todos y para él en último lugar tanto así que desciende a los infiernos y resucita por amor de Dios. Podemos decir entonces que cuando nosotros que somos pequeños Cristos y que vamos cumpliendo nuestra misión en la tierra y si nuestro amor se vuelve incondicional y omniabarcante llegamos a la pasión por el todo Creado que es Dios y ya que somos o tenemos a Dios como vivo diciendo Dios salva a Dios como Dios salva a Jesús. 
La tarea del hombre cuando se ama es amar y un hombre que ama y se ama es un hombre extremadamente realizado en el mundo espiritual. Entonces cuando llega la valoración del interior propio llega el amor y es ese amor el síntoma de todo conocimiento. Cristo es amor y amarlo es conocerlo. Conocerlo es saber que lo único que existe es el amor. Si bien podemos creer a veces que estamos fuera del amor o apegados o incluso otras veces que amamos sin medida esta es sólo una realidad pasajera, la canción dice "Cielo y tierra pasarán más su Palabra no pasará", y como nosotros somos una realidad un tanto material cambiamos continuamente nuestro modo de ser, más Jesús no se muda en nosotros, el problema es la visión que tenemos de Él o un conocimiento que se olvida dada la materialidad del mundo. En éste caso el amor a Cristo que se transforma en un amor en común se vuelve un nuevo comienzo de búsquedas hasta que damos con una visión ya se pasada o nueva que nos devuelva la fe. Personalmente no poseo religión y todo lo que atraiga amor a mi vida es fuente de valoración de la persona, ya que amando al otro y queriendo una vida mejor en común se puede creer en ser mejor uno mismo. 
Pero el hombre de hoy se puede decir posee cierto Marxismo en su ser, hay un ser marxista que lo lleva a creer que con el interior no se puede llegar a verdaderas realidad más allá de la materialidad y el cálculo. Así el hombre continuamente está haciendo girar una rueda de deseos y frustraciones que se auto genera de principio a fin... El rasgo común del hombre marxista es que sufre pero es frío, ha olvidado que existe la vida e incluso no sabe que vive sino cree en el pensamiento Cartesiano, "pienso, luego existo".
Si bien en éste capítulo no citamos pensamientos bíblicos estamos analizando desde un punto más occidental la vida mesiánica y con ello llegamos a la conclusión que la emoción de vida conduce irremediablemente a la experiencia, y ésta cuando confiamos en Jesús nos lleva al amor el cuál transforma la experiencia en conocimiento y podemos pintar nuestras emociones nuevamente a nuestra voluntad. Pero si nuestro interior no está dispuesto a recibir a Jesús no existe el instante en que podamos cambiar y cómo se trata de instantes podemos decir que el momento para Jesús tendría que estar consagrado y preparado. Caso contrario una oración podría quedar en el desvalor celestital... porque si Jesús murió en la Cruz simbólicamente para un  pueblo pecador simbólicamente para un hombre que lo integra a su vida y busca salvación para él debe dejarle lugar para Él así lograr no sólo a amarse Él sino amar a Jesús que es Amén como dijimos y por ello intención por el pueblo de Israel. 
Al final de éste capítulo escribiremos oraciones y meditaciones dedicadas al Amén Jesús de Dios de Nazaret y así alcanzar un estado más puro de consciencia, los ejercicios se basarán en el último capítulo de ésta primera parte que se llamará Bendición y Gracia por ser principio y fin una y otra de lo que somos en nuestro interior cuando Dios nos traspasa con su Luz. 
Volviendo a la cuestión de ser salvos, se puede ver que la salvación tiene dos componentes..."salvar de" y "salvar para"
Salvamos del pecado, de la ira y de la muerte cuando corregimos nuestra vida y la de otros, ésto se produce con la fe en Jesús que nos transforma, ésta salvación es intrínseca a la necesidad que sólo Dios conoce en nosotros y cuya fe le ponemos es substancial. Es como un ciego viendo en la oscuridad con su bastón que es Jesús. 
Salvamos para el Reino de Dios, ya que ésto es así ambas salvaciones van unidas porque si nuestra necesidad, sea un enfermedad ejemplo no será curada para acceder a principios de felicidad santa no tendremos de la gracia divina. Dado ésto el amor primero en Dios es a lo que hay que recurrir al orar.
Entonces, como vemos siempre, la oración y el rezo dependen de un estado de gracia santa, que puede ser llamada Espíritu al que oramos siempre al iniciar un ejercicio espiritual pero dada la predilección que poseo primero accedo al interior humano de sus principios de amor hacia él primero y hacia los demás también para así con palabras que tengan cada una un significado de valor en el Reino de Dios sus oraciones resulten de comunión con Jesús y sean Verbo en cada una de sus sílabas para así tomar desde un principio la magnitud a la que se enfrenta que es la de hablar con su Corazón, con Jesús, por ello en el próximo capítulo ya nos iremos preparando para acceder al don primero que es la oración mediante asignaciones verbales de rezo y oración habiendo ya conocido el Fin de Dios que es la salvación, el Amén y habiendo conocido siempre en éstos 3 capítulos que la inclinación de nuestro corazón tiene que ser descubierta. Ésta será otra tarea fundamental, descubrir el anhelo espiritual para llegar a la gracia de Dios Jesús que es el amor propio y al hermano.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Capítulo I

AMÉN

Cristo es el Amén de Dios, su respuesta afirmativa y definitiva. Amén decimos al finalizar una oración o rezo y significa el Así Sea el Hágase de María. En ella, la madre de Dios, encontramos el recorrido de Dios desde los cielos hasta la tierra con todo su poder y gloria que es el Hijo mismo en el Seno Inmaculado de María, María como madre de Dios es el símbolo que tiene el cristiano de humildad y sencillez en la vida siguiendo una vida espiritual. Porque ser feliz no implica tener muchas cosas, ser feliz consta de más bien no tener deseos de nada y por ello tener a Dios en el interior. La madre se muestra dócil a las inclinaciones del Espíritu en su virginidad y es desde allí desde donde el hombre de hoy encuentra un modelo de vida para su felicidad. María es sinónimo de felicidad.
Ahora bien, Amén es la afirmación anhelante del deseo que tenemos para con Dios en nosotros. Si bien el hombre no sabe orar en principio dado sus abundantes motivaciones egoístas Dios le muestra el Camino de la oración cuando emprende el hombre el comunicado con el Padre pues el Espíritu consolador lo prepara la la realización de las palabras en el interior. "Por que todas la promesas de Dios en él fueron cumplidas, y así a nosotros en él respondió Amén a gloria de Dios" 2 Corintios 1 - 20, es Jesús el amén de Dios como dije al principio y es éste el final de cada oración por eso en vez de decir Amén podemos decir Jesús. 
Pues bien, si Dios ha cumplido su promesa y Dios está en nuestro interior como toda espiritualidad avanzada lo supone se trata de una separación entre nuestra naturaleza pecadora y la santa o mejor aún.... celestial. Dado el pecado introducido en un ámbito de vida interior, una estructura de pensamientos que es contaminada es allí donde radicará la consolación de Dios y donde existe el dolor y aquél Nuevo Hombre que nace para el Nuevo Mundo nace desde el interior de la persona que cada vez que dice Amén está diciendo "hágase tu voluntad Padre Mío" ya sea que seamos de otra religión y creamos en otro Verbo o que creamos en nada y seamos ateos, siempre existe la posibilidad de nacer de nuevo porque nunca nos separaremos de nuestro Verdadero Yo que es el Núcleo Divino o Dios. Ahora que su canalización al mundo puede venir por una razón de nuestra fe interna o incluso por la fe de otros que aparecen en nuestra vida como seres clave y el nuevo momento, las nuevas experiencias gratificantes comienzan a darse a luz. Es por Dios en su Amén que Jesús mismo dijo "amen sen como yo los he amado" y con ello nos da a entender que desde el otro es desde donde está Jeshua, también "amarse a sí mismo" es sentirse un verdadero cristiano y no estar acortando la vida con el pecado de las drogas o el sexo. 
No es difícil comprender que la salvación llega de mano de Dios cuando sabemos que Dios comprende todas nuestras motivaciones porque Dios no está más allá de nuestras narices sino dentro nuestro y ese Ente es quién decide que hacer con nosotros de acuerdo a las decisiones que nosotros tomamos. Pues por ello también nos envía el Espíritu que no es más que mentes que están por encima de nosotros y nos guían en la Gran Obra con sus energías. Así entonces Amén es el hágase la voluntad santa también, la voluntad de otros y no sólo las nuestras sino de guías en éste mundo y el otro. Hombres que deciden emprender la tarea de evangelización y que ya partieron a la Casa del Padre o que están entre nosotros, más si oramos por estas personas sus energías nos hacen fecundos en nuestras vidas. 
La tarea empieza en la oración como puede ver y termina en ella con el Jesús, el Amén. Una tarea que requiere perseverancia pues la oración del ser es la comunicación con Dios y para estar bien comunicado habría que hablar con Dios todos los días. Amén es el cumplimiento de Dios por toda la obra santa que existe en el mundo y que revela al Cordero en Expiación de nuestros pecados. Porque perdona y porque salva, por eso Dios y Amén son el inicio y el fin de la oración santa que conlleva la Nueva Vida. Ésta Nueva Vida es la razón de ser pecador y estar camino a la santidad que sí es posible y que tiene que empezar con el rezo constante. Entregarse a Dios por lo tanto significa Nueva Vida día a día para cambiar nuestras intenciones oscuras que nos ocultan a la Luz.
Cuando la Luz penetra en nuestros corazones es cuando iniciamos un nuevo camino y la Luz a de permanecer encendida para alcanzar la paz. Todo ésto se sintetiza en el objetivo final de éste libro que es valorar la propia persona que no se valora en razón de lo que tiene sino de lo que hace y ES. Éste ser así llega a su cumbre en Dios y Jesús al ser el Amén Divino junto con las mentalidades purificadas en el Ente nos acerca con mayor brevedad al Plan y toda demarcación que nos alejase queda borrada. Por eso creer en Dios y decirle Amén es tener amor, sinónimo de Jesús y una sabiduría propia del Hágase de María en la humildad y la simplicidad de no anhelar más que ser esclavos de Dios.
La integridad humana se desluce en la fe, la fe en Jesús es creer que Dios está con cada uno de nosotros y con todos por lo que no conlleva apatía ni rencor, sino es toda amor y luz y ésto se pone en práctica día a día con actos de la propia persona que se ama a sí misma en primer lugar, ya que quién ama a Jesús no puede odiarse a sí. Entonces se puede hablar de una toma de respuestas ante problemas propios de cada uno para acceder a las gracias. Porque una vez puesto Jesús en nuestras vidas el Padre empieza a cumplir con nosotros y las gracias nos sobran, pero es tarea de cada uno tomarlas y llevarlas a cabo como herramientas para cambiar su propia vida allí donde ve insuficiencias. En la pareja, el sexo, las drogas, el juego, el trabajo, la familia, las relaciones sociales, el estudio, allí mismo está el Amén porque Jesús es Verbo no sustantivo, es un Verbo que se mueve en todas las situaciones de la vida de cada uno para que ésta propia persona colocando amor y valoración en su vida descubra cambios de hábitos y actitudes, respuestas que harán que el mismo Dios cumpla con él como el mismo Dios quiere hacerlo pero él no le da el Amén, el confiar en Jesús para que se realice el acto pleno de amor y comunión con el Padre. 
En fin de cuentas se trata de la entrega en la Cruz como un Amén que otro hombre hace 2000 años hizo por nosotros y cumpliendo la voluntad Resucita y es elevado al Cielo para demostrar que toda vida humana es valerosa y no merece condena de muerte. En éste sentido el cambio es posible como dije y necesita confianza, confianza y entrega diaria, "hagan lo que Él les dice". "Juan"

jueves, 25 de septiembre de 2014

Capítulo I

CONFIANZA

La expectación al confiar en Jesús no sólo es en base a nuestras intenciones más bien Dios transforma nuestros corazones y nos hace incidentes al Reinado de Dios. No es difícil comprender ésto, muchas veces habrás abandonado la fe y te encontraste sumido al pecado otras tantas veces, por necesidad, volviste y tu camino fue enderezado. ¿Qué fuerza hace ésto?. El hombre anhela la perfección y Jesús es el ser perfecto, al entrar en comunión con Él sus intenciones se vuelven cristianas. Por la fe, la esperanza y el amor se reúne el hombre a la Cruz y si bien la fe y la esperanza pueden perderse, si el hombre pierde el amor Dios sale en búsqueda de su encuentro.
La "fe es la consistencia de lo que se espera, la prueba de lo que no se ve" Hebreos 11 - 1, ¿por qué Dios pondría la posibilidad que lo pongamos a prueba?, la prueba no es para Dios, la prueba es para el hombre y ver si su fe es más grande que sus deseos. Pero, quizás con ésto llego a contradecirme ¿creer en Dios y no es uno mismo? ¡es justamente porque creemos en Dios que creemos en uno mismo! dado que el Alma humana es parte consciencia de Dios al hacer regresar al Ente Primero sus enfrentamientos demuestra que tiene fe en sí misma. Y, por el contrario, al separarnos de Dios y querer resolver los problemas a nuestro modo creamos discriminación, dualidad y separación y terminamos enredándonos con nuestros pensamientos, los pensamientos nos llevan y olvidamos que no hay nada más valioso que el Alma. En cambio si regresamos a Jesús mediante la oración se produce lo verdaderamente bello, bueno y sublime en nosotros pues percibimos la valoración única y propia... la del Alma en Dios y Dios en el Alma por intermedio de Jesús que nos reúne al Padre en la Cruz y con la Resurrección transluce un nuevo comienzo lleno de valor humano.
"Por la fe también Sara, aún pasada la edad, recibió vigor para concebir, pues pensó que era fiel el que lo prometía" Hebreos 11 - 11. Ésta fe que Sara nos revela en el libro de Hebreos es la necesaria en los momentos esos que escribo en el párrafo anterior de duda y pensamientos, fíjese que el La Biblia dice "pensó que era fiel" entonces ¿cuántas veces estamos frente al cartel de dirección de la ruta observando los caminos? también son pocas, ¡casi nunca las veces que conversamos con Jesús!... si tan sólo la luz del cielo calase una pequeña abertura con su esplendor al interior de nuestro corazón nuestra vida se transformaría según nuestra fe y accederíamos a un interior en el cuál se valora no sólo lo logrado sino su Esencia y quién lo logró, nosotros mismos por medio de Dios. Porque no es la forma por lo que sirve la taza sino por su espacio vacío. Estaríamos en un estado de gracia constante aún a pesar de no haber logrado nada porque al haber confiando en Jesús seremos como Moisés en Egipto. Éste vacío que poseemos es una nada viva por la espera al haber "pensado en Dios". Y la gracia será la de haber confiando. 
"por que Dios nos reservaba un plan mejor, que aquellos no cumplieran su destino sin nosotros" Hebreos 11 - 40; éstas últimas palabras del Capítulo 11 de Hebreos se refieren a los mártires de ayer, hoy y siempre que esperan la Salvación que se produce cada vez que uno de nosotros asume su Consciencia Crística. Ahí es cuando se produce la Gran Revelación y llega Dios al hombre. Y sin embargo seguimos estando en el último lugar ¿para quién? ¡para el mundo! porque muere nuestro yo y con ello transmitimos Nueva Vida en Dios interiormente. 
Por ello la verdadera valoración humana está en esperar confiando en el Mesías para transformarnos por dentro y, así, asumir Espiritualidad. Porque el hambre y la sed de existencia no es quitada por comida y bebida sino por el Cuerpo y la Sangre de Jesús. 
Llevar la propia Cruz en el diario sacrificio es vivir por y para el otro en razón de entrega santa y siempre observando a Jesús. 
Confiar es lo único que nos queda porque viviendo para Jesús es rezarle y orar mientras Él nos transforma con su guía y podemos sentirlo y ser plenos. Cuando Jesús está en nosotros lo sentimos en nuestros actos porque Él nos valora tanto que nos da la felicidad de sabernos perdonados y libres del pecado, nos valora tanto que nos lleva a hacer buenas obras, Él nos familiariza en el conflicto dándonos paciencia y humildad que por lo tanto se transforma en el consuelo del Espíritu que por la fe transforma nuestra persona, Jesús nos valora al punto que sana nuestras dolencias y nos accede a lo más importante del Reino que no es más que el amor y la gratitud al Cielo y toda su Creación... y todo ésto es la inmensa paga por sólo estar un minuto hablando con Dios.
Romanos 8 - 24 "Con esa esperanza nos ha salvado, una esperanza que ya se ve, no es esperanza; pues, si ya lo veo uno ¿a que esperarlo?" - en éste versículo Bíblico al pueblo Romano del Apóstol San Pablo nos es enseñado que la esperanza no es aquello que está de hecho en nuestras vidas pues generalmente lo hacemos carecer de substancia. es como creer que la torta del cumpleaños de ayer que está en la heladera nos dará el mejor de los días y a la vez no tener para el pan de mañana. 
Por eso es que el hombre existe aún, porque tiene en sí el sentido de supervivencia y si no fuera así ya sea por su dejadez o porque lo tuviera todo entonces, o se entregaría a la concupiscencia o al ascetismo y ambos conducen a la extinción de la vida tanto personal como social. Pero Dios es sabio y compasivo y es por eso que pone a prueba al hombre y por ello podemos llamarlo como Jesús: Aba - Papá.
Por eso, en fin de cuentas se trata de oración a Jesús que humaniza y llena de Dios, de valores y de virtudes que nos hacen más hombres. Es una auto realización que no sólo se produce en la Espiritualidad de cada uno sino también que tiene que ser meditada e interiorizada. Pero esa meditación ha de tener las dos partes, forma y Esencia o como dije antes la taza y su vacío, entonces podremos beber el té... "La realización de todas nuestras capacidades llega cuando unimos todas nuestras capacidades en una sola teoría practica que tiene como suelo la fe en Jesús y por lo que accedemos a valorarlas a las mismas"

miércoles, 24 de septiembre de 2014

Capítulo I

ANHELOS DE
JESÚS

El hombre necesita fe en algo o alguien para valerse de su intuición debido a que el anhelo del corazón está unido más que ningún otro instrumento humano al Alma o psique en griego. Pues el corazón y la mente espiritual se unen gracias al Alma y así compasión y sabiduría humana tienden un puente al Reino Espiritual. Debido a ésto el hombre encuentra en el transcurso de su vida, desde su nacimiento hasta su muerte, un encuentro con otras voluntades que como tales son Alma o Espíritu y en ello Jesús es la gran Revelación al Ser. El Ente Maestro o Acto Redentor al Ente Maestro. 
Desde la Cruz se revela el Cordero, se entrega a la muerte humana producto del pecado y en su Gran Misericordia Dios nos perdona resucitando... pues si el actor muere muere su acto... en cambio el Verbo deja en sombra a sus apóstoles, el pueblo de Dios por 3 días y si bien Dios estaba muerto su creación seguía existiendo dado el anhelo del corazón, la compasión humana de amor a la existencia. 
Mantenida la lámpara encendida, la Palabra de Dios seguía viva y activa atravesando los corazones de todos los pecadores y así Jesús vuelve a la vida según yo creo, por la naturaleza Cristica humana. Por ésto hay que creer apoyados por la razón tomásica. El movimiento tiene un principio de voluntad que nace del Reino Espiritual. 
Pues si el hombre no se apoya en su bastón su andar será lento y dificultoso pero si en cambio confía en quién le fue enviado su vida se transformará continuamente en obra de su fe. Pues si bien la fe en Jesús es perdición para la ambición y el poder crece árbol fértil para la humildad y el amor y tras una costumbre santa el hombre se sentirá pleno y lleno de Dios. No se puede vivir en el pecado, el mismo Dios al asumir la naturaleza pecadora del hombre demuestra cómo se llega a la pérdida de la vida. 
Así entonces sólo nos queda confiar, acudir a Jesús, escuchar la Palabra, recibirlo... cuando abrimos el corazón a Dios mediante la oración lo estamos haciendo, pues Dios cumple su promesa, su pacto de salvación, amor y entrega al hombre con la venida de Jesús. 
Mateo, Capítulo 9. "-¡Animo, hijo! se te perdonan tus pecados. Entonces algunos letrados pensaron: Este blasfema. Jesús, leyendo sus pensamiento, dijo:
- ¿Por qué pensáis mal? ¿qué es más fácil: decir se te perdonan tus pecador o decir levántate y camina?"
Jesús sana al paralítico y con ello muestra, no como al fariseo su naturaleza milagrosa, sino el signo de ella... el hombre al pecar se aleja de la gracia y por supuesto, ésto significa desgracia. Se trata en el caso del interior humano de un estado de gratitud constante en la que, tras las pruebas y a pesar de las derrotas, siempre el hombre de oración lleva consigo una buena predisposición por lo que su estima es rica y abundante. Así entonces aunque éste tipo de hombre se encuentre en el peor de los males su sonrisa interior prevalecerá y su vida a pesar de no ser próspera será feliz y como la felicidad es don de Dios Él pronto llegará a su vida y lo socorrerá. Del mismo modo entonces, tal y como Jesús dijo al paralítico "levántate toma tu camilla y anda" nos llegará la vida que es Jesús a nuestros estados tras la espera consciente.
Porque el hombre guarda en sí, en su interior un corazón y una mente espiritual y es por ello porque su psique aguarda en Dios. Más al poseer malas voluntades el pecado nos acarreará desgracias pero el hombre de fe es propio de su Salvación y la Espiritualidad. 

martes, 23 de septiembre de 2014

Introducción

Jesús es expuesto en el Nuevo Testamento como el Hijo elegido por el Dios de Israel. Se manifiesta en las Escrituras realizando milagros y curando enfermedades. Esto hace de su persona la creencia de multitudes y todos se apoyaban en Él tal como sucede hoy 2000 años después y a través de la historia.
La fe es el eje central del cristianismo mesiánico y es impulsada por sus diáconos o apóstoles. La vida del diácono tiene que ser expuesto seriamente por las Iglesias mesiánicas para que la fe del pueblo de Dios crezca y de este modo aumente también la valoración propia de cada hombre... tema principal de éste libro.
Dice Dios en Hechos de los Apóstoles Capítulo 6 "empezaron a murmurar contra los de lengua hebrea, porque sus viudas quedaban desatendidas en el servicio cotidiano" - y luego - "designad siete hombres de los vuestros, respetados, dotados de Espíritu y de prudencia, y los encargaremos de esa tarea" - "el mensaje de Dios se difundía, en Jerusalén crecía mucho el número de los discípulos, y muchos sacerdotes abrazaban la fe"
Pero la sociedad de hoy en cambio toma hombres que como brazos de la Iglesia no son serios en su apostolado, no me refiero a sacerdotes ni pastores, más bien a quienes cumplen otras tareas como el manejo de grupos para formación. Éstas personas llevan una doble vida, por un tanto en lo personal como lo social que si bien están movidos por una cierta estructura de principios religiosos, así también llevan una vida desviada de la religiosidad. Ésto hace que la fe muera ante principios carentes de divinidad.
Entonces la fe en Jesús se vuelve un accesorio al cuál recurrir en momentos de última instancia y el hombre-sociedad no avanza. Ésto es porque la motivación es solamente el bien personal, en última instancia es el refugiarse solamente en la propia necesidad. El deseo viene después, satisfecha la necesidad y la sociedad en conjunto no puede crecer en el bien común, más bien se vuelve un todo globalizado consumista y depredador que carece de iniciativas para erradicar lo malo a los ojos de Dios sino hasta que el tumulto reina y es entonces cuando se vuelve la mirada hacia Jesús y sus verdaderos diáconos quienes profesan un cambio o algo nuevo, pero que los hombres no entienden porque se trata de una valoración interna.
El signo, no el milagro en sí, es otra Esencia de la fe. El hecho está no en el milagro sino hacia lo que apunta. Ante un enfermo es el acceso a cierta creencia o religiosidad que lo llevan a comulgar con Jesús. Más si el signo es buscado y no necesitado, es decir como un accesorio más de a lo que se accede por él, el hombre de fe se pierde en las formas y lo ceremonial. Así el diácono, modelo de fe, al entrar en un ámbito formal olvida a su rebaño el cuál es su Esencia de la fe en Jesús y por el cuál trabaja. Así dice la Biblia en Mateo Capítulo 12 "Entonces algunos letrados y fariseos le dijeron:
- Maestro, queremos verte hacer algún prodigio.
Él les contestó:
- Una generación malvada y adúltera reclama un prodigio..."
Jesús puede realizar prodigios en favor de quién lo pida, más si el interior de ésta persona no es sincero se separa del Hijo y ocurrirá que pronto estará enmarañada en su propio mal y pecado.
Por lo tanto si en verdad vamos a vivir nuestra fe tenemos que indagar en nuestro interior si nuestra motivación es fuerte, si seguiremos una vida de una sola cara, la de Jesús en nuestro apostolado y si el deseo no está sobrellevado por otros principios paralelos a la vez que contrarios al mesianismo. Del mismo modo es necesario considerar si la búsqueda de Jesús está fundada como debería estarlo, en la bondad y la verdad, es decir si es sabia y existe compasión de manera que no se pierda en la auto-imagen y el egoísmo de "ser cristiano", propio de un extremo Ego que se vive hoy por hoy y que finaliza en el fanatismo religioso... más bien se trata de encontrar el milagro, el semeia, en la vida cotidiana como el amor al hijo o al compañero de trabajo o quizás simplemente en beber té.
En definitiva entonces, éste libro tratará dos puntos divididos en dos capítulos:
- La valoración mesiánica y el interior personal (de la fe al deseo)
- El signo mesiánico en el interior humano (de lo sublime a la ambición espiritual y material)